viernes, 24 de agosto de 2007

Día Diecinueve

"Yo no debí amarte nunca, pero ya hoy es muy tarde..." "Dios bendiga tu camino, mientras tanto que te olvido, te deseo que seas feliz..." Los ya acostumbrados mensajes de buen día y buena noche. Ya solo dos mensajes al día. Yo sigo sin crédito en mi celular. Es increíble las políticas de las grandes empresas. Será síntoma del neoliberalismo, bueno a decir verdad creo que ya todo es síntoma de este modelo económico. Salí de viaje y no pagué la mensualidad del celular, al regresar ya no tenía servicio por falta de pago, por fin pagué hace un par de días y me dijeron que tardarían un lapso de 72 horas para abonar el nuevo saldo. Además, como dicen, a veces llueve sobre mojado no refiriéndome al Hurcán Dean que se convirtó en tormenta tropical llegando a Querétaro; sino a que no obstante que me gasté una lanota en el viaje y además de que apenas saldría con los gastos mensuales, resulta que ahora me tocó la anualidad del celular y por partida doble porque pago también el celular de mi madre.

La mañana transcurrió como de costumbre, con un poco de ajetreo en el negocio por aquello de que los niños ya están en clases. El día en su mayoía estuvo soleado, fue buen día, de alguna forma inyectó algo a mi estado de ánimo, claro que no supuró la herida, pero si la durmió o ¿adormiló?. En fin, me metí a bañar a las 3 de la tarde, justo el tiempo para comer algo rápido e irme a La Sonaja. En la ducha como ya viene a ser costumbre me dejó ir, en ese espacio dejó que mis lágrimas se confundan con las gotas de la regadera. Allí estaba yo, una vez más sacando el dolor en el llanto. Esta vez, el llanto fue acompañado con algunas como convulsiones que me nublaron la vista por un segundo, cómo que lloré hasta secarme. Después de eso, sentí cansancio, mucho cansancio, de ese cansancio que lo único que quieres es llegar a la cama y dormir. Me dí cuenta de que sentía cansancio de estar en esa situación, de seguir triste. Y cómo no he de sentir eso si ya llevó cerca de 5 meses con esta tristeza. El cansancio y aletargamiento del dolor hizo efecto por lo que restó del día.

Ya en La Sonaja me habló Pepe, para que lo acompañara a hacer algunos pagos a plaza Satélite, algunos pagos que también me correspondían a mi. Justo para finalizar el último pago en Liverpool, precisamente el pago de la televisión High Definition de la oficina. Un monitor blanco que se encontraba en el departamento de computadoras me llamó la atención. En lo que le hacían las cuentas a Pepe, me lancé de mirón. Era un monitor cinema display marca Apple de Macintosh, me dije. Le llamé al amigo y le dije: mira ese monitor necesitamos para la G5. Por supuesto que llegó el empleado de piso a envolvernos con su labia mostrarnos que no era sólo un monitor; era la nueva Imac Core duo de Macintosh y que además estaba a un súper precio de 20 mil pesos diferido a 13 mensualidades sin intereses con tu tarjeta Liverpool. Nos quedamos viendo Pepe y yo con ojitos de ¿Cómo vees?

En la noche detallando algunos trabajos pendientes en La Sonaja y terminando de configurar la nueva Imac y nueva deuda de La Sonaja, me retiré a mi casa. Hoy si me trajé el carro, porque además llevé a presumir la nueva cámara HD, el kit repuesto de micrófonos y la grabación Hd de Las Vegas, Nevada. Llevaba el cd de Tributo a Juan Gabriel con la Banda el Recodo. Por supuesto sólo me fui escuchando dos rolas, las repetía una y otra vez. "Olvidarnos tu y yo, será mucho mejor; fácil es para ti ya que tienes otro amor..." Llegué al billar de mi hermano, tenía hambre, pero no tenían nada de comer. Mi cuñada me dijo que me disparaba unos tacos, pero la verdad había más flojera que ganas de comer. Eso me llevó a pensar que también hace tiempo que no como bien. Es por ello que he bajado de peso. Hago una sola comida o media comida al día. Pero eso si, otra vez casi una cajetilla de cigarros "Camel".

Jugué rato Pool con mi hermano y me fui a mi cuarto a dormir. Llegué, encendí el telvisor una clásica recorrida a los canales y la apagué. Acomodé nuevamente la Laptop para dejar que sonará: "Yo no debí amarte nunca, pero ya hoy es muy tarde..." "Dios bendiga tu camino, mientras tanto que te olvido, te deseo que seas feliz..." una y otra vez, una y otra vez; así hasta las 6 de la mañana.

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